miércoles, 28 de enero de 2009

Echo de menos

Echo de menos mi Carmona.
Echo de menos esos cafés con Romero que se alargaban mas de 3 horas.
Echo de menos ver a mis amigos y echarnos unas risas mientras tapeamos por el casco antiguo.
Echo de menos ir a casa de mi vecina porque me llama por telefono (aún viviendo pared con pared) para decirme que está sola y se aburre.
Echo de menos la comida de mi madre.
Echo de menos opinar sobre lo guapo que va mi padre cuando vuelve de trabajar.
Echo de menos tener que subir a mi habitación cuando quiero estar sola.
Echo de menos tirarme en el sofá y protestar porque "me aburro".
Echo de menos oír a mis padres levantarse por la mañana temprano.
Echo de menos ver a mis niños, Antonio, Jesús y Rafa, y sentirme la chica más afortunada del mundo por tener su cariño.
Echo de menos ensayar de vez en cuando con el coro para algún triduo o quinario que en un principio nadie quiere cantar y se convierte en excusa para disfrutar de un tiempo juntos.
Echo de menos a Auxi.Con sus historias que siempre me hacen reír y sus confidencias que me demuestran que nuestra amistad va a ser de verdad para siempre.
Echo de menos esperar ansiosa el fin de semana, para ver si viene alguien a casa a comer, cenar o a pasar el día(titos y titas varios, jeje)
Echo de menos venir de Sevilla con mis padres y parar a tomar algo en el Miro.
Echo de menos ir con mi coche al mirador, y sentarme allí al solecito, a descansar de la vida un rato.
Echo de menos a mis titas y a mi abu, a las que quiero cada día más por ser simplemente como son.

Seguro que se me olvidan mil cosas que ya iré actualizando...


Pero sobre todo te echo de menos a ti...a mi "otra yo", a mi "fotocopia"...
a mi HERMANA:

Echo de menos esperar tu llegada a casa para comer (siempre más tarde de lo que quería)
Echo de menos irme a tu casa cuando me "aturullo" (si, si, nueva palabreja) y no hay mejor remedio contra una bajona que tu compañía.
Echo de menos tus comentarios ingeniosos a cada momento.
Echo de menos esa risa de bicho que tienes cuando haces alguna trastada a Lusy y me pides que te defienda.
Echo de menos cuando vienes a mi por algún problema que sabes de antemano que no te voy a poder solucionar, pero aún así sigues viniendo.
Echo de menos ver esos ojitos llenos de un brillo tan especial.
Echo de menos ir a tu casa y que siempre tengas para mí de comer lo que yo quiera.
Echo de menos tu olor cuando me das un abrazo.
Echo de menos cuando nos ponemos a cantar o a hacer payasadas juntas.
Echo de menos tu sonrisa.
Echo de menos ser tu chofer cuando Lusy no puede llevarte en su coche.
Echo de menos tus besos.
Echo de menos tus chillidos de ratita como te suelo decir cuando se te cruzan los cables.
Echo de menos cuando hablamos en signos y nadie nos entiende.
Echo de menos cuando venías corriendo a rescatarme de casa y a defenderme ante cualquier problema.
Echo de menos tus prontos y tus enfados por tonterias.
Echo de menos protestar cuando te ibas de casa y me encontraba el secador de pelo o cualquier otra cosa por ahí sin guardar y luego me reñían a mí.
Echo de menos cuando me miras y ya no hace falta decir nada más.
Echo de menos saber que cuando quiera en 20 minutos estoy contigo.
Echo de menos...todo lo que tenga que ver contigo...
TE ECHO DE MENOS, COSQUI (también echo de menos ver ese gesto que pondrás al ver que he puesto "cosqui")
Gracias por estar ahí. Te quiero muchísimo.

Cambios

He vuelto, aunque sólo por un momento, ya que en casa aún no tengo internet y sólo entro desde el trabajo, donde rara vez tengo un hueco.

Desde hace un tiempo han habido grandes cambios en mi vida. Cambios que, aún siendo para mejor, hace que tenga que dar de mí misma más del 100%...y eso cuesta...

Nueva VIDA, sí, con mayúsculas. Porque, tras un pequeño percance médico, empiezo una nueva vida emancipada, viviendo con mi pareja, trabajando en lo que más me gusta, y todo a unos 500 km de distancia de mi familia, de mis amigos, de mi tierra.

Hace cosa de unos 3 meses me operaron en dos ocasiones prácticamente seguidas. No quiero ahondar en el tema. Nunca había pasado por un hospital (siendo consciente) y ha sido una experiencia que nunca olvidaré. Y no lo haré por dos cosas: por lo traumático de las operaciones y me recuperación para mí y porque nunca me había sentido tan querida y apoyada por tanta gente (incluso desconocidos que hoy son una parte de mi corazoncito). Cuando todo pasó volví a mi nueva casa, a mi nueva vida, y esta vez ya de verdad,

Llevar una casa no es fácil (ahora entiendo a nuestras madres). El simple hecho de que hacer de comer es un mundo (tarde, pero me he dado cuenta mami) y el compaginar tener la casa medio en condiciones con el resto de mi vida es algo complicadillo, pero voy apañándome.

Mi vida en pareja de momento va muy bien. Si no lo fuera con el poco tiempo que llevamos en el piso sería un caos. La convivencia de una pareja no siempre es un camino de rosas y a veces se torna un poco más difícil de lo que se piensa. Acoplar dos vidas distintas no es algo que se hace de un día para otro.Tiempo, paciencia y sobre todo mucho amor es lo que hace que estas cosas funcionen. Cada día me sorprendo al vernos juntos, al reflexionar sobre nuestra relación y ver que estamos empezando a conseguir aquello que tanto habíamos anhelado. No es fácil, no, pero merece la pena.

En el tema de estudios pues la verdad es que va a ser un año muy duro. Hay oposiciones de nuevo y, aunque debiera tener más ganas que nunca de ir a por ellas no es así. El descontrol que supuso para mi esos dos meses estancada por mi postoperatorio ha hecho que ahora me encuentre perdida entre tantos temas y leyes. Para rematar la faena soy una extraña en mi academia. Si ya los primeros días noté cierto resquemor de las chicas hacia mi, ahora que tengo que empezar de cero de nuevo no ayuda demasiado. Pero bueno. Compaginar trabajo, casa y estudios no es nada fácil y lo sé. Así que haré todo lo que pueda y Dios dirá.

En fin, que todo son cambios para mí. Trabajo, piso, estudios, familia politica, distancia de mi tierra, hacer nuevos amigos...sé que me va a costar, de hecho ya he pasado algún bache, pero sé que he hecho lo correcto. Sé que no me arrepiento de esta decisión. Es lo que quería, por lo que he luchado tanto tiempo, y, por fin, se está haciendo realidad...