martes, 26 de mayo de 2009

Viviendo en una locura

Quiero dormirme en tu pecho,
sentir que se enciende el deseo en tus dedos.

Quiero sentirte tan dentro
que apenas me quepa tu amor en mi cuerpo.

Quiero amarrarme a tus labios
como ese mendigo vacío de besos.

Quiero asomarme a tus ojos,
ser ese suspiro que muere en tu pelo.

Quiero...

domingo, 24 de mayo de 2009

Comienza la cuenta atrás

Hermanita, prepárate, sólo quedan...
días...
...y estaremos juntitas otra vez!!!!


Pues sí, es posible

Es posible dejar de fumar después de años haciéndolo sin saber muy bien por qué.


Hacía años que fumaba, aún en contra de lo que la persona más importante de mi vida había pensado y me había reprochado siempre: mi hermana.

Ella siempre me decía que dejara de fumar, me reprochaba mi olor, y el que le dejaba a ella cuando estábamos juntas, y sobre todo, temía por mi salud. Nunca me riñó como a una niña pequeña (cosa que los no fumadores suelen hacer a los fumadores), ni se enfadó conmigo, sólo me lo decía con preocupación, respeto y cariño (aunque no siempre me lo tomaba así).

Al igual que ella hubo más gente que siempre me lo repetía, también por preocupación hacia mi salud. Que ahora mismo recuerde Clara, Luci, Ana, mi prima María,...y un largo etc que ahora mismo no voy a enumerar.

Otros, sin repetirmelo, también lo deseaban, como mi abuela, mis tías y aquellos familiares que, por discreción o que se yo, nunca me dijeron nada al respecto.

Y cómo no, mi novio, al que prometí que dejaría de fumar al empezar a vivir juntos. Y al que di largas por estar muy estresada hasta mi operación.

Pero por fin, después de tantos años, y tras una mala rachilla en el hospital, por motivos que nada tienen que ver con el tabaco, lo conseguí.

Lo que para mí empezó con un " a ver cuánto aguanto" resulta que se ha convertido en todo un éxito de momento. Desde que ingresé en el hospital por segunda vez el año pasado, un 17 de noviembre de 2008, no he vuelto a coger un cigarro. Y no sólo por la gente que me importaba y me lo decía, sino por mí. Porque cuando sabes que has corrido cierto peligro, y habiendo estado en un hospital varios dias sintiendote peor de lo nunca hubieras imaginado estar, llena de miedo y sin animos ni para respirar, las cosas cambian. Salí de allí, respiré hondo, y decidí que no iba a desperdiciar más mi vida con algo que de antemano ya sabía perjudicial para mí.

No ha sido nada fácil. Aunque el mono lo pasé en el hospital y allí el tabaco era lo de menos, el llegar a casa y hacer reposo sin tener nada entre los dedos que llevarme a la boca fue toddo un reto. He ido pasando poco a poco por las "pruebas de fuego": el cigarrito del cafe de la mañana desayunando con mamá, el cigarrito del café con los amigos, los de delante del ordenador o viendo una peli, los de una celebración en las que todo el mundo fuma aunque nunca lo haya hecho,...en fin, esas cosas.

Ya han pasado mas de 6 meses. Medio año ya en los que por fin os he hecho caso a todos aquellos que tanto me quereis. Y en gran parte es gracias a todas estas personas que he nombrado, que han estado ahí apoyándome, y que me han ayudado a no dar ni un paso atrás.

Ya no huele mi ropa ni mi aliento. Ya no me asfixio con tanta facilidad. Mis dientes se vuelven mas blabcos cada vez. Mi bolsillo se llena de dinero que no gasto en ese vicio. Y mi cara se ilumina cuando alguien me ofrece un cigarrillo y sonrío como nunca diciendo: "no gracias, no fumo".

Gracias sobre todo a mi hermana y mi cuñada, y a mi novio. Sin vosotros no habría sido tan sencillo.

6 meses. Medio año. Y este es sólo el comienzo de una vida en la que el tabaco ya no tiene hueco.