En la vida muchas veces nos encontramos ante pequeños o grandes retos que nos vemos en la "obligación" de superar.
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Se trata de retos a nivel personal, con la familia, los amigos, la pareja, el trabajo...A menudo estos retos se hacen cuesta arriba y, aunque algunos lo logramos tras mucho luchar, otros se nos hacen tan díficiles que decidimos tirar la toalla.
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Es tan difícil asumir que no se es capaz de algo...Aún así, la mayoría de las veces conseguimos superar esas adversidades...pero en el momento de pasar por ellas lo vemos todo negro...no encontramos una luz que nos haga salir de esa oscuridad.
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No es cuestión de rendirse, eso nunca. Pero en algunas ocasiones hay que aceptar la "derrota" personal...Esta vida es como un juego, en el que a veces nos toca ganar y otras perder.
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Lo verdaderamente importante es coger fuerzas de las veces que ganamos la partida, para poder arrasar en la siguiente. Y, aquellas veces que perdemos, aceptarlo, asumirlo, y, al contrario de lo que solemos hacer, debemos salir de esas partidas "perdidas" con la cabeza bien alta por haberlo intentado con todo nuestro corazón...
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No deberíamos avergonzarnos ni martirizarnos con los pequeños o grandes fracasos de nuestra vida...no al menos si hemos puesto todo de nuestra parte para ganar...
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Por eso, alégrense de sus victorias, y planten cara a sus derrotas...pero nunca, nunca, dejen de luchar por las partidas que aún nos quedan que "jugar" a lo largo de nuestra vida...
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Sigan adelante...luchen por lo que sueñan...
termine como termine la partida,
así siempre serán ganadores...
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